Existe un muy claro punto de inicio de la DIB y la DIC. Este es Jenny, y la migración Interdimensional. Teniendo esto claro, tenemos al menos algo a lo que atenernos, y eso es que la dimensión B es mucho más reciente de que la A. Esto implica que surgió de una catástrofe. La misma catástrofe que dio cierre a la era pasada de la tierra: El fin del mundo.

Por asuntos de salud mental de la humanidad, Omhusk Flair se encargó de que los guardianes de Ululúti borraran esa sección de la historia de la memoria de las personas, pero es el fin del mundo el inicio de la historia de la DIB.

Según registros de la era pasada de la tierra, durante los primeros años la humanidad quedó viviendo en el espacio. Los meses anteriores a la creación de la DIB y la DIC, la raza humana ya se encontraba aislada de su planeta. La tierra había sido devastada por sus huéspedes tras un devastador conflicto del que casi nada se sabe. Los océanos se secaron, la mayoría de especies de animales se extinguieron y las plantas desaparecieron de la faz de la tierra. Por estas razones, fueron naves las que atravesaron el portal Interdimensional durante la migración hacia los nuevos mundos y no solo multitudes corriendo como en el Odarepseni.

Jenny, la máquina Interdimensional, logró crear dos nuevas dimensiones para salvar a los humanos, y a ellas trasladó a la querida raza de su creador. Las personas de la DIB se sintieron afortunadas: no habían sido abandonadas en un mundo agonizante como las personas de la DIA, y todas consideraban a Omhusk Flair como su salvador. Sin embargo, no todo fue color de rosa para las personas que cupieron dentro del límite de la migración Interdimensional, y los problemas post migratorios comenzaron a surgir. El primero, el aparentemente más grave, fue el reinicio tecnológico de su dimensión, provocado por una enorme cantidad de material destruido a través de la migración Interdimensional. El segundo y el tercero estuvieron asociados a la salud mental de las personas de la nueva dimensión, pero estos los abordaremos más adelante.

Las personas comenzaron a darse cuenta de que había un fallo en sus tecnologías muy probablemente cuando no encontraron resultados de la palabra “chocolate” en Google. Omhusk Flair entendió que se había producido un daño en el almacenamiento de información virtual de la humanidad, provocado por un rozamiento de las naves con el portal. Esto en la DIC también había sucedido, pero era menos grave. Recuérdese que en ese momento la humanidad ya había alcanzado un grado de desarrollo enorme con relación a avances científicos y tecnológicos, y dependía casi completamente de los sistemas cibernéticos.

Entonces, ¿qué hacer ahora? Jenny había recreado centímetro a centímetro un mundo paradisiaco. Sin contaminación, ni impurezas de la raza humana. La especie del salvador del mundo habría podido decidir cambiar su estilo de vida, re pensar su forma de ser, pero en lugar de esto Omhusk se puso a trabajar en repararlo.

Sorprendentemente, las personas de la DIB lograron alcanzar su anterior estado tecnológico en menos de 50 años, periodo en el cual se asentaron las bases de la civilización de esta dimensión. Sin embargo, Omhusk Flair omitió a propósito las tecnologías de las últimas décadas en ambas dimensiones, por temor a que los eventos del fin del mundo se volvieran a repetir y el nivel de desarrollo científico tras cinco décadas se quedó en el del mundo de la dimensión original en el 2050. A diferencia de los humanos de la DIC, poco podrían superar esa barrera tecnológica que le había puesto el viejo científico las personas de la dimensión B.

Pero antes de que se hiciera todo este proceso en el año 2251 fue cuando aconteció uno de los eventos más importantes de la DIB: la fundación de orfanatos de clones.

Omhusk Flair debía resolver dos nuevos problemas aparte del reinicio tecnológico: las personas de la DIB extrañaban a sus seres queridos de las otras dimensiones y tenían traumas graves por los acontecimientos sucedidos en el fin del mundo. Sin embargo, Omhusk notó que estaban preocupados en ambas dimensiones por los conocidos que se habían quedado en la DIA. Esos 500 millones de personas eran un cupo esencial en el corazón de los seres humanos y fueron elegidos aleatoriamente, en cambio, los 4,250 millones de lado y lado de las otras dimensiones sí habían sido elegidos según las preferencias entre familias, países, grupos sociales, etc. Los abandonados en la DIA no, porque era una decisión demasiado cruel para que cualquier persona pudiera tomar aparte del destino.

Siendo esto así, tú y tu familia quedarían en una misma dimensión o separado por la DIA. Era muy poco probable que tu hermano se fuera para la DIB y tú para la DIC, porque la mayoría de personas de la DIB eran de los países del hemisferio occidental de la tierra, mientras que los de la DIC eran del oriental. E incluso si tu hermano era chino mientras que tú eras francés, con una simple petición a Omhusk Flair podías hacer el cambio de nave de esa persona (El número de casos en los que sucedió esto fueron realmente reducido ya que en los años anteriores al fin del mundo los viajes entre países y la mezcla entre culturas estaba restringida).

Por esas razones no era necesario compensar la pérdida de la dimensión hermana de la DIB, pero sí de los de la DIA. Fue entonces cuando a Omhusk se le ocurrió una idea: justo como lo había hecho con el universo y los planetas, con la ayuda de Jenny clonaría a las personas nacidas en la dimensión original y se las ofrecería a la humanidad de la DIB.

Pero hubo un problema: la clonación era únicamente física. Los clones no tendrían recuerdos de su anterior vida y mucho menos sentimientos hacia las personas que supuestamente eran sus familiares, justo como la tierra de la DIB no tenía la huella de la humanidad sobre ella. Omhusk pensó que su plan se había arruinado, y que nada podría satisfacer a las personas de la DIB, pero, a su sorpresa, ellas lo aceptaron.

No les importaba que no tuvieran recuerdos. No les importaba que tuvieran una vida vacía, una mente en blanco. Solo querían ver sus caras de nuevo. No necesitaban hablarles, no querían compartir experiencias pasadas. Solo querían darles un abrazo.

Y ante este tétrico pensamiento de las desesperadas personas de la DIB, Omhusk Flair se puso manos a la obra y construyó cientos de extensiones de Jenny en la DIB y la DIC.

Cabe aclarar que unos años después Omhusk volvería a la DIA, pero no para recogerlos y llevarlos a las dos dimensiones, sino para brindarles recursos y ayudarlos a su supervivencia (si quieres leer más sobre este tema visita el artículo de la DIA, la dimensión original). Por eso, a la par de la fundación de los orfanatos de clones, comenzó también el proceso de olvido de la historia de las tres dimensiones.

El proceso de reconquista fue lento, pero luego de 40 años de lucha, finalmente se hizo el golpe final al régimen goorgop, y fue entonces cuando surgió WDM.

Para resolver el tercer problema (los traumas por el fin del mundo), Omhusk Flair importó una solución de otra dimensión, la DIC: los guardianes de Ululúti (si quieres leer más sobre este tema visita el artículo de la DIC, el mundo de los Ululutians). Estos humanos superdotados con poderes extraordinarios se encargaron de hacer olvidar el pasado de la humanidad de antes de la creación de Jenny. A la generación posterior a este olvido, cuyos referentes históricos sobre la etapa contemporánea y post contemporánea de la historia cambiaron por completo, se le llamó generación Initium novum. En las tres dimensiones hubo esta generación, aunque en la DIA fue mucho más tarde, por razones distintas y a través de medios muy diferentes.

La generación Initium novum de la DIB fue tal vez el grupo de personas de un rango de edades específico más feliz de toda la historia de las tres dimensiones. Gozaron al máximo su ignorancia, tuvieron a su disposición el mundo más limpio y bello que podrían haber imaginado, reconstruyeron las maravillas tecnológicas de su supuesto pasado… Pero también olvidaron a Omhusk Flair, a los guardianes de Ululúti y a las fábricas de clones. Y por un error de programación, Jenny continuó produciendo clones, mucho, mucho después de la muerte de su creador.

La historia de las personas de la DIB desde ese punto fue relativamente utópica gracias a su invencible optimismo y la cada vez mayor brecha entre ellos y su pasado. Sin embargo, un evento catastrófico lo cambiaría todo, en el año del nacimiento de dos hermanos tridimensionales en la DIC: el 2303.

Un reinicio tecnológico no es bueno, pero si hay algo peor que eso, es, en definitiva, un estancamiento. Significa que no hay nada más por hacer. Significa que no tendrás nada que construir ni nada que reconstruir de allí en adelante. Significa que estarás destinado al aburrimiento. Y no hay nada más peligroso para una civilización con un pasado tan explosivo como el de la DIB, que un futuro lleno de aburrimiento.

El estancamiento tecnológico de la dimensión B nunca acabó realmente y afectó todos los sectores de la sociedad. En realidad, solo le llaman tecnológico porque estaba fuera la esfera más afectada, pero tanto la economía, como la política y la cultura también se vieron fuertemente afectadas por la crisis del 2303. Y es que esta crisis no empezó por ningún acontecimiento significativamente relevante, sino por el hecho más catastrófico que puede presenciar una sociedad Interdimensional: la falta de imaginación.

Ya no había cambios, ya no había ideas, ya no había protestas sociales, políticas o ecológicas. Ya no existía el motor de la revolución, ni la evolución, ni la acción, ni la reacción.

¡Nada! Nada quedaba ya del antiguo espíritu aventurero de nuestro mundo. El antiguo grito por la libertad o la igualdad o cualquier otro principio básico en la sociedad, había pasado a ser tan solo un montón de cotilleos.

Esa fue la verdadera razón del estancamiento tecnológico en la DIB, la verdadera causa de la muerte de la transformación en las artes, la ciencia, las leyes, las modas, las monedas, la salud, la educación y nada más ni nada menos que en las fábricas de clones.

Una de estas instalaciones que ya todos consideraban en ese entonces como un simple orfanato (incluidos sus directores, educadores y huéspedes), y que llevaba como nombre el del mismísimo creador de Jenny, sería el que más adelante traería al mundo de la DIB, el primer gran cambio transformador de su historia.

Hasta ese momento, todo se había mantenido en la permanencia. Todo se había congelado en el tiempo durante exactamente 547 años. Las mismas tecnologías, las mismas costumbres y los mismos valores de antaño fueron las que le dieron la bienvenida a Looderish Hsiredool al mundo.

Todavía nadie sabía quién era ni lo que haría. Le mintieron, como a todos los niños del Omhusk Flair, el orfanato de clones en el que había sido fabricado. Le dijeron que era una persona real, una versión original, y que había perdido a sus padres en un accidente ferroviario.

Los siguientes 12 años de su vida, Looderish creyó esa verdad, y se la pasó a la espera de que algo significativo pasara y rompiera con su aburrimiento. Que lo adoptaran, que se lo llevaran de allí, que se escapara con su amigo Julius, la única persona con la que realmente siempre contó. Y, sin embargo, nada de ello pasó. La decadencia de la DIB se veía reflejada claramente en el anticuado funcionamiento del orfanato, lleno de maltratos y malos educadores como Ms Pancraise y Mr. Ghust, clones también, cuyas versiones originales Looderish conocería más adelante en la DIA.

Esta permanencia y este aburrimiento se ve claramente reflejado en el libro en sus primeras páginas, y no es hasta que comienzan a pasar asesinatos y torturas por parte de un grupo terrorista apodado como la brigada de las tinieblas en las noticias, que todo empieza a cambiar, pero no de la manera en la que Looderish habría deseado.

Ya no quedaba vestigio en la dimensión B, de Looderish Hsiredool, que había emprendido un viaje sin precedentes a otra dimensión hace unos meses, el día que Dave Thompson llegó.

Era un hombre flaco, pálido y triste, con la camisa ropa, y el cadáver de un niño en sus manos, el que llegó caminando a la entrada de la alcaldía de Rockland, un pequeño pueblo de la DIB, apodado Rocky Bill por sus habitantes.

Al hombre se lo había visto antes ya en Uruk, ciudad de Mesopotamia. Las personas aseguraron que había aparecido de la nada, en medio de un enorme remolino de escarcha brillante.

Nadie sospechaba en ese momento que aquel hombre había llegado de otra dimensión tras haber perdido a su hijo por culpa de un descuido de Looderish Hsiredool, ni que en menos de dos días se suicidaría, dejando una nota amarrada a un Vhold en la puerta de su casa.

Esa nota era nada menos y nada más que el comienzo de la más grande tragedia de la DIB, pero que sus habitantes recibirían como un milagro: la guerra de las tres dimensiones.

La humanidad de la dimensión B estaba urgida por un cambio en su vida cotidiana. Cualquier actividad constructiva o destructiva que le dejara exprimir todos los sentimientos de represión que había tenido ocultos por tanto tiempos.

El estancamiento tecnológico de la DIB tal vez si terminó. No lo hizo su decadencia, pero definitivamente si su permanencia y su carácter estático.

Dave Thompson lo que hizo fue revelar la verdad de las tres dimensiones a la DIB, acabando en un impulsivo acto de venganza, todo por lo que había luchado Omhusk Flair.

La guerra de las tres dimensiones fue el enfrentamiento entre, primero la DIB y la DIC, y más adelante también la DIA, por tener el control sobre la caja de Ojhúl, un artefacto inimaginablemente poderoso que hasta ese momento yacía en el mundo de los Ululutians, y sobre también las demás dimensiones.

La DIB tuvo acceso a nuevas fuentes de energía provenientes de las otras dimensiones, y con ellas fabricó las legiones, poderosos guerreros con habilidades impresionantes, y construyó la Militarium, una gigantesca estación espacial militar que comandaba todos sus ataques a las demás dimensiones.

La sangre corrió por las tres dimensiones, la gente sufrió y el clima cambió. Eso para los dirigentes de la Militarium no fue nada más sino felicidad. ¡Finalmente eran libres! ¡Finalmente podían hacer lo que querían! ¡Finalmente había estallado la bomba del tiempo!

La naturaleza destructiva de las personas de la DIB fue una reacción directa al estancamiento tecnológico del pasado, pero esto no les trajo nada más que dolor y desesperanza. La guerra de las tres dimensiones no benefició a nadie, y fue el evento más destructivo de esta dimensión.

La Militarium fue atacada secuencialmente por una estación espacial vecina, la RMG, comandada por Mary Pancraise, una chica de escasos 15 años, que terriblemente herida por su pasado, estaba dispuesta a destruirlo todo para reinar.

Los eventos narrados en Looderish Hsiredool: Interdimensional sobre la guerra de la RMG contra la Militarium abarcaron solo un periodo muy pequeño de la guerra de las tres dimensiones en la DIB, pero fue este periodo, el más importante de todos.

De alguna extraña manera, la Militarium se ha salvado de la destrucción. Todos pensaron que sería destruida por una nueva arma de la RMG, junto a todas las legiones de la DIB, pero un extraño campo de energía de color azul alteró el tiempo mismo y salvó a las personas de la estación espacial. Ese fue el comienzo del final de la guerra de las tres dimensiones.

El final del final de la guerra de las tres dimensiones sucedió un día después, el día del portal de Mundo Burbuja y del Odarepseni de Looderish.

¿Podría ser acaso ese el final de los sufrimientos de la dimensión B? ¿Sería el cierre de la guerra de las tres dimensiones un nuevo comienzo? ¿Acaso una luz al final del túnel?

Solo el destino decidirá eso.

Ese fue un breve resumen de la historia de la dimensión B en Looderish Hsiredool: Interdimensional. Espero que hayan disfrutado el artículo y ahora entiendan algunas cosas del libro mejor que antes. Lean el artículo de la DIA y la DIC para comprender mejor toda la historia de las tres dimensiones y visiten la galería de objetos, personajes y lugares de la novela.

La DIB presenció la fabricación del elegido de la profecía de Evans, sus juegos con Julius, los regaños de Ms Pancraise, el primer atentado a un orfanato de clones por parte de ese grupo terrorista, las lágrimas de Looderish Hsiredool al ver a su amigo Julius muerto en el suelo, sus enfrentamientos con su tío Bendy y su precipitado viaje a la DIA, pero por sobre todas las cosas, la DIB presenció el nacimiento de un héroe, un simple niño que definiría el destino de su universo. Por eso, a pesar del largo periodo de estancamiento tecnológico que sufrió, la DIB nunca fue, y nunca será una dimensión promedio.

Fue el punto de partida de una interminable cadena de aventuras, desventuras y personajes, que marcarían para siempre Universo Looderish.

Y quien diría que ese era solo el inicio…

…